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¿Relación conflictiva o narcisista?

Hago este post debido a que en mi experiencia, en numerosas ocaciones, personas me han comentado o han supuesto estar en una “relación narcisista”. Lamentablemente este término se ha popularizado y mal utilizado demasiado en internet y redes sociales, haciéndole creer erróneamente a muchas personas que se encuentran involucrados en una relación con una persona narcisista. Por esto, te invito a que nos tomemos el tiempo para diferenciar una relación conflictiva y una relación narcisista.

¿Qué es una relación conflictiva?

Una relación conflictiva se caracteriza por la presencia continua de peleas, tensiones y desacuerdos entre las partes involucradas. Estos conflictos pueden surgir debido a diferencias en valores, expectativas, objetivos, estilos de apego, comunicación ineficaz, problemas no resueltos, traumas o factores personales. En una relación conflictiva, por lo general, ambas partes pueden contribuir a los desacuerdos y tensiones.

En ocasiones escuchamos términos como “relación toxica” o “relación disfuncional” asociados con este tipo de relaciones. La mayoría de estas relaciones pueden mejorar con la comunicación y esfuerzo de ambas personas. Cuando ambos toman responsabilidad por el impacto que ellos provocan en la relación, son empáticos, son responsables afectivamente y se esfuerzan por negociar y llegar a acuerdos donde ambos se sientan cómodos.

¿Qué es una relación narcisista?

En una relación narcisista, al menos una de las partes presenta rasgos de personalidad o un trastorno de personalidad narcisista. En una relación, el trastorno de personalidad narcisista se caracteriza por un sentido exagerado de autoimportancia al mostrar creerse superior o más grandioso que la pareja, una falta de empatía hacia la pareja, la necesidad constante de admiración, comportamientos manipuladores y abusivos (entre ellos la constante crítica y el “gaslighting”), un desinterés completo de los límites de la pareja y la explotación de la pareja y las personas a su alrededor para alcanzar sus propios objetivos.

En este tipo de relación, la persona con rasgos narcisistas tiende a dominar y controlar a su pareja, buscando constantemente validación y admiración. Una actitud prevalente en estas personas es la constante búsqueda de atención por parte de sus parejas, muchas veces de formas desadaptadas, conflictivas, dramáticas y hasta perturbadoras. Pueden desvalorizar a la otra persona y tener dificultades para reconocer o aceptar las necesidades y sentimientos de su pareja. Por esto existen muchas faltas de respeto, consideración y conductas abusivas.

Estas relaciones tienden a ser exageradamente impactantes en la salud mental y física de quienes están involucrados, afectando negativamente muchos aspectos de su vida personal, profesional, académica, familiar y social. Muy pocas de estas relaciones pueden mejorar, debido a la personalidad del narcisista, por lo que el patrón de abuso y negligencia emocional se repite una y otra vez.

¿Qué es un narcisista?

Un narcisista, por definición, es alguien que sufre de un trastorno de personalidad narcisista. Este se define como una persona que cumple con la mayoría de los siguiente rasgos o patrones de conducta:

  • Tiene sentimientos de grandeza donde exagera sus logros y capacidades buscando el reconocimiento de los demás.
  • Fantasea frecuentemente sobre el éxito, poder o belleza que en algún momento tendrá.
  • Se cree especial y único a tal punto que solo otras personas como él le pueden comprender.
  • Necesitan excesivamente la admiración de los demás.
  • Espera un traro especial donde sus expectativas se cumplen inmediatamente.
  • Explota sus relaciones interpersonales aprovechándose de los demás para lograr sus propios fines.
  • Carece de empatía, donde no está dispuesto a reconocer o identificarse con los sentimientos y las necesidades de los demás.
  • Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian.
  • Se comporta de forma arrogante creyendo ser superior a los demás.

Cabe mencionar que la prevalencia de este trastorno es relativamente rara en la población general, donde aproximadamente del 1% al 6% de la población lo padece. Adicionalmente, no parece existir una prevalencia de género, es decir, sucede en hombres y mujeres en igual medida. Además, es importante reconocer que tener algunos rasgos narcisistas no implica necesariamente la presencia de un trastorno de personalidad narcisista.

Las diferencias

Es importante destacar que una relación puede ser conflictiva sin que haya necesariamente rasgos narcisistas en alguna de las partes. Por otro lado, una relación narcisista puede incluir conflictos, pero la dinámica central está marcada por la necesidad de atención y admiración del individuo con rasgos narcisistas. En pocas palabras, no todas las relaciones conflictivas son relaciones narcisistas, pero la mayoría de las relaciones narcisistas son conflictivas.

Las buenas noticias son que, debido a la prevalencia, las probabilidades de que estés en una relación narcisista son considerablemente bajas, y de estarlo, probablemente el impacto de la relación sea lo suficientemente significativo que será difícil ignorarlo. Sin embargo, trata de abstenerte de diagnosticar a tu pareja si no eres un profesional de la salud mental. Mejor apóyate con uno para que te ayude a identificarlo desde un punto de vista objetivo.

Para terminar, toma en cuenta que, en cualquier tipo de relación, es crucial reconocer las dinámicas tóxicas y buscar soluciones saludables, ya sea a través de la comunicación efectiva, la terapia de pareja o, en casos extremos, considerando la posibilidad de poner fin a la relación si es perjudicial para la salud emocional y el bienestar de las personas involucradas.

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